En las fases del Misterio.

EN LAS FAUCES DEL MISTERIO.

Desde que la humanidad ha poblado el planeta, se ha visto expuesta a lo inexplicable. Acontecimientos que est谩n fuera del entendimiento y raciocinio del pensador m谩s moderno. Aun as铆, nuestro planeta est谩 plagado de lugares cuya naturaleza queda impregnada por lo desconocido: leyendas, mitos, teor铆as y, sobre todo, miedo.
Bien dice el dicho que el ser humano le teme a lo que no comprende. Y nuestro planeta, en nuestro auge por la exploraci贸n y el descubrimiento, es el mayor exponente de ello. Desde las heladas fauces del 脕rtico hasta las c谩lidas y calurosas junglas y manglares que conforman nuestros ecosistemas. Pero el mundo, al ser tan diverso, ¿c贸mo podr铆amos comenzar a entender aquellos misterios que guarda con tanto celo?
Nuestro primer muro a saltar y enjambre a descubrir es lo que la gente cuenta: aquellos mitos, ideas y miedos que la poblaci贸n de todo el mundo ha contado a trav茅s del tiempo. En muchas zonas del mundo, son miles de millones las historias e hip贸tesis que se cuentan de boca en boca.
Lo desconocido en la geograf铆a
Napole贸n, por su parte, cuando comenz贸 su cruzada por conquistar Rusia, entre m谩s se adentraba en el fr铆o pa铆s, m谩s se daba cuenta de lo complicado que ser铆a atravesar los congelados y desconocidos p谩ramos que su gran extensi贸n territorial abarca. Esto ha llevado al rumor popular que dice que los mismos habitantes no conocen ni siquiera por completo toda su extensi贸n territorial. Lo que ha conllevado a crear m煤ltiples hip贸tesis y teor铆as sobre qu茅 puede ser lo que se oculta en esos lugares.
Lo que nos conduce al segundo punto: la evidencia. En los mapas de los navegantes se encuentran regiones, pa铆ses y, sobre todo, criaturas que ning煤n otro hombre ha visto. Algunos teorizan que aquellas islas en los viejos mapas pueden tratarse de lugares que fueron sucumbiendo al paso del tiempo. Aquellas figuras monstruosas de peces y seres fantasiosos podr铆an referirse a zonas del mar donde las corrientes eran sumamente complicadas de navegar.
Aun as铆, estas son solo teor铆as, pensamientos y rumores que guiaron a los cart贸grafos modernos a postularse por esas hip贸tesis. Lo cual nos conduce a uno de nuestros 煤ltimos puntos.
La fotograf铆a como testigo
Las evidencias fotogr谩ficas, el recurso visual m谩s usado desde la 煤ltima ejecuci贸n con guillotina en Francia, son objetos que fueron usados para dejar en evidencia hechos hist贸ricos que permanecieran en el colectivo general. Desde entonces y hasta nuestros tiempos, las fotograf铆as han representado un uso inmediato para saber si algo es o no verdad, y el misterio de las mismas no solo se queda aqu铆.
Las fotograf铆as por s铆 mismas no buscaban ser un medio para cazar la verdad de lo misterioso. Al contrario, muchas tuvieron el prop贸sito de retratar la vida diaria, peri贸dicos, noticias, recuerdos, incluso sue帽os. Pero el mundo y sus inc贸gnitas no quisieron quedarse fuera de ello. Dentro de esas fotograf铆as, algunas alegres y algunas otras dram谩ticas y tr谩gicas, qued贸 registro de cosas que ni los mejores investigadores han logrado descifrar.
Esto nos deja como evidencia que nosotros no cazamos los misterios; nosotros somos las presas de ellos, al quedar en evidencia que nos rodea un mundo que no comprendemos. Y que el siguiente gran misterio que envuelva a la humanidad puede estar a la vuelta de la esquina. No sabemos d贸nde, ni cu谩ndo y mucho menos c贸mo seremos presa de ese desconocimiento. Puede estar entre las palabras, entre evidencias del pasado o en una foto, una foto que puede no buscar el peligro ni el misterio, pero este puede posar libremente, busc谩ndonos... como cuando uno admira la naturaleza que nuestro planeta nos regala.

Alison Cruz